Páginas

08 abril 2013

Historias de trama e historias de personajes

Es frecuente distinguir entre dos tipos de historias: las historias basadas en la trama y las historias basadas en los personajes. En las primeras, lo importante sería la acción, el encadenamiento causal de los acontecimientos que arrastra a los personajes hasta el desenlace. En cambio, en las historias basadas en los personajes lo primordial sería el desarrollo interior de estos, sus motivaciones, su carácter, su evolución, su complejidad; mientras que la acción exterior, la trama, sería solo un subproducto de la relación entre los personajes.

También es frecuente asociar las historias de trama con la mentalidad masculina, teóricamente más aficionada a las historias de acción, en las que ‛pasan cosas’, mientras que las historias basadas en personajes serían más próximas a la personalidad femenina, más propensa a buscar la empatía con los personajes y menos interesada en la pura acción.

Sin entrar a valorar la legitimidad o la pertinencia de estas distinciones teóricas, hay que decir que su utilidad práctica a la hora de ponerse a escribir es dudosa. Henry James, en su breve pero profundo ensayo El arte de la novela (The art of fiction, 1884) ya lo señalaba con agudeza:

«Existe una distinción pasada de moda entre la novela de personaje y la novela de incidente (…) ¿Qué es un personaje sino la determinación de un incidente? ¿Qué es un incidente sino la ilustración de un personaje? (…) …estas distinciones me parece que han sido establecidas por críticos y lectores por su propia conveniencia (…) pero que tienen poca realidad o interés para el creador, desde cuyo punto de vista estamos intentando considerar el arte de la ficción.»

No hay comentarios:

Publicar un comentario